Lulu y Meeky
Lulu es una niña amante y aficionada de la exploración,
le encanta ir a lugares donde la civilización no puesto aun un pie y la
naturaleza prevalece sobre todas las cosas.
En una de sus aventuras incursionado a lo largo de un
bosque, se encontró con una criatura extraña en el interior de una cueva la
cual se encontraba herida, Lulu se acercó con temor al interior de la cueva
cuando, se percató que la criatura era un lindo gatito, el cual agonizaba ya
que unas de sus patitas se encontraban fracturada.
Lulu saco de su mochila un botiquín de primeros auxilios,
tomo una venda se acercó al minino, y le aplico un vendaje para aminorar el
dolor en la zona afectada.
Sin embargo, no contaba con que el animal fuera capaz de
hablar y comunicarse con ella, el gatito pronuncio una simple palabra gracias y
se presentó ante Lulu. Le dijo que se llamaba Meeky y le agradecía la ayuda que
le había brindado. Lulu le contesto que está bien que no tenía que agradecer,
que vio que se encontraba en problemas y se dio cuenta de que necesitaba ayuda.
Y desde ese momento se volvieron amigos, y a pesar de que tenían sus
diferencias, como que Lulu era muy aventurera y Meeky era muy reservado hacia
peligro y la incertidumbre, y a situaciones riesgosas, no obstante ambas personalidades mientras una
incentivaba a la acción, la otra pensaba de forma realista la situación, Todos
los días se embarcaban hacia nuevas aventuras, buscar tesoros, encontrar sitios
abandonados llenos de misterio, y encontrar bellos lugares en los cuales se
puede observar el atardecer, cascadas, peñascos, montañas etc.
En ocasiones llegaron a encontrarse en situaciones
límite, donde trabajar en conjunto coordinando sus personalidades y
habilidades, lograban salir a flote, sin embargo una ocasión en que una
situación los supero, por completo, una día mientras se dirigían a una nueva
aventura, se adentraron demasiado en las profundidades del bosque, estaba
comenzando a oscurecen y por las noches las bestias salvajes, salían a cazar,
Meeky comenzó a preocuparse, y a pesar de que Lulu se sentía de la misma forma,
ella no permitía que sus sentimientos se mostraran, pero sus emociones decían
todo lo contrario, la preocupación empezaba a incrementarse, el obstáculo más
grande que encontraba era la poca visibilidad
que les proporcionaba la noche, con poca batería en el celular y en la
linterna de respaldo, la situación era critica. Sin embargo, gracias a la
capacidad analítica y reflexiva de Meeky, y el esfuerzo en conjunto de Lulu,
para no darse por vencidos, se le vino un plan a la cabeza, un plan brillante
que sería capaz de sacarlos de esa situación.
Cerca de donde estaban había un rio, y de acuerdo con los
conocimientos y cálculos de Meeky, si continuaban siguiendo la corriente
llegarían sanos y salvos a la civilización. Pero Meeky se sentía atemorizado
por las criaturas hambrientas de la noche, y no quería mover ni un pie, de
donde se encontraba.
A pesar del miedo, Lulu se armó de valor y convenció a
Meeky de que siguieran el rio, puesto que sería la única forma de llegar a
casa.
Se apegaron al plan, ella lo llevaría entre brazos y
Meeky la guiaría por la ruta adecuada, en esos momentos donde sabían que, si
vida corrían peligro, sintieron una conexión muy fuerte entre los dos ambos
sabían que contaban con el apoyo incondicional de otro, y en ese intentaste
comenzó a forjarse un lazo eterno de la amistad, lleno de una inconmensurable
bondad.
Al final gracias al soporte mutuo que se dieron, lograron
llegar con vida a casa, los lazos comunicativos y el poder de la amistad,
fungieron como arma mortal para afrontar la adversidad, aprendieron una valiosa
lección, que la amistad no solo es risas y diversión, sino que también
involucra sacrificio y compromiso, sabiendo que cada ser es diferente, pero no
por eso lo hace extraño, sino más bien único, puesto que somos capaces de
empatizar con los demás, y de forjar una bella y bonita relación de amistad a
pesar de las diferencias.
Los años pasaban, y como todo lo que inicia, como todo lo
que termina, nada es para siempre. Meeky envejecio, y empezó a enfermar, cada
vez le costaba más seguir el ritmo de las aventuras de Lulu, sin embargo, eso
no fue impedimento para que Lulu le contara todas las maravillosas cosas que
encontraba en sus aventuras, conversaban y conversaban durante horas, y entre las
conversaciones, la voz de Lulu comenzó a hacerse más tenue, más débil para los
oídos de Meeky, hasta que escucharon por última vez las aventuras de Lulu.
Todas las tardes después de cada aventura, Lulu visitaba
la tumba de su amigo, y a pesar de que se le hacia un nudo en la garganta, le
contaba una historia acerca de sus aventuras, pero sin dudad alguna para Lulu
la aventura más importante fue la de haber conocido a Meeky.
Esta es la historia de Lulu y Meeky
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